Con la tierna y poderosa presencia de su sonido, el solista Joaquín Clerch hizo magnífica justicia a la más bien oscura y tranquila atmósfera de la obra de Brouwer. Su increíble precisión técnica impresionó en los pasajes rítmicos del Concierto; inspirados por la música tradicional cubana, sin que pareciera folcklorista.
Westdeutsche Zeitung